Conectando con las emociones de los clientes | Hoy descubrimos los hoteles inmersivos, espacios que no todos conocen y que marcan el futuro próximo del turismo
La tecnología se ha puesto desde hace años al servicio del turismo y hoy es más que una oportunidad de diferenciación y posicionamiento, una realidad. Cadenas hoteleras como Palladium, www.aderal.es/proyecto/sublimotion/, Catalonia, Meliá o Marriott apuestan por ésta tecnología.
Hoy arrojaremos luz sobre este término, el de espacios inmersivos, que no todos conocemos y que marca el futuro próximo de nuestro sector.
La realidad inmersiva está basada en la recreación de espacios reales con los que se puede interactuar. La realidad a la que asistiremos, normalmente se puede representar de diferentes formas, bien a través de video y fotografía en 360 grados, o a través de una reconstrucción digital partiendo de modelos reales, siempre con el fin de detallar de una forma fidedigna la realidad, para su posterior exploración. Lo más parecido a teletransportarse. El uso de la realidad inmersiva puede disminuir enormemente los costes en desplazamientos de algunas empresas, e incide directamente en el posicionamiento de una instalación hotelera, y con ello el ingreso medio.

Esto bien lo sabe y lo recrea ElektrART (www.elektrart.com), un estudio creativo que apuesta por fusionar la tecnología y los cinco sentidos dando la oportunidad de ofrecer experiencias, contenidos o mensajes de marca generando sensaciones y despertando emociones a través de la unión entre arte y tecnología. Convierten el big data en entornos de visualización comprensibles para la toma de decisiones y crean increíbles obras de arte digital con datos en tiempo real.
Estas técnicas despiertan los sentidos a través de diferentes formas de experimentación, ya sea con tecnología de realidad virtual o a través de bellas instalaciones digitales con visuales y sonido envolvente que sumergen al cliente en una nueva dimensión, teniendo muchas experiencias en una.
El cliente, a través de la realidad mixta, que supone la mezcla del mundo real con el entorno virtual, puede viajar a cualquier parte del mundo e interactuar con gente en tiempo real, experimentar sensaciones relacionadas con el menú que va a degustar en el restaurante, asistir a un taller o charla en realidad virtual organizado por el propio hotel, e incluso sentir la naturaleza del destino en un entorno envolvente y cambiante que le lleva a vivir un viaje sensorial cada día. Acciones que diseñadas y puestas en marcha por el Hotel se convierten en una herramienta de atracción de destino turístico de fuerte impacto emocional y posicionan al hotel como una marca creativa e innovadora.

Del mismo modo la experiencia del cliente puede pasar a una nueva dimensión agilizando también todos los procesos de un hotel a su llegada a destino, garantizando también su seguridad; desde la gestión de reservas hasta la tematización de instalaciones, espacios y espectáculos, el cliente asiste a una experiencia alojativa dinámica y única que estimulan sus sentidos y crean unas experiencias personalizadas inolvidables.
Jon Astorquiza, ElektrART y su equipo crean proyectos de hibridación de arte y tecnología. Diseñan y crean contenidos audiovisuales para video mapping, instalaciones inmersivas de arte digital, convierten el big data en instalaciones artísticas innovadoras o diseñan visuales 2D y 3D de alto impacto para hologramas y otros tipo de soportes. Dan forma a cualquier trabajo creativo innovador que podamos imaginar para dar valor añadido a un destino turístico, hotel o restaurante; en definitiva a un espacio para su disfrute con los 5 sentidos.

Entre sus clientes se encuentran empresas del ámbito turístico y culturales, museos, festivales de música, empresas del ámbito sanitario y de la comunicación entre otros.
Su equipo de tecnólogos y artistas multidisciplinares fusionan arte y tecnología al servicio de la experiencia del cliente y garantizan emociones exclusivas y únicas a cada cliente y a cada turista.
Una gran oportunidad turística, que más que oportunidad, es necesidad.
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Artículo originalmente publicado en AtlánticoHoy