Entrevista a Moisés Morera Martín, Diplomático de Carrera canario, sobre los cuatro sectores que serán el motor del cambio en Canarias
Recientemente publiqué mi primer artículo en este medio, AtlánticoHoy. Con ilusión quise compartir el hecho con mis contactos más cercanos. Entre ellos, Jaime, un compañero del Programa Superior en Coaching Ejecutivo y de Equipos que me envío un enlace de un artículo que creyó me podía interesar. El artículo lo firmaba D. Moisés Morera Martín, Diplomático/Jefe de Área de Relaciones Económicas con Iberoamérica.
Cuando terminé su lectura me apresuré a dar las gracias a Jaime por su recomendación y a tratar de entrar en contacto con D. Moisés para felicitarle por lo brillante del texto. Tras una contextualización instructiva y un enfoque positivista el Sr. Morera apuntaba la necesidad de encontrar soluciones en forma de propuestas a la crisis.
«Tanto los individuos como los países que se encuentran en crisis deben hacer un balance honesto de sus competencias y de sus valores. Deben decidir, de entre todo lo que tienen, qué es lo que funciona bien, qué cosas siguen siendo positivas incluso en el nuevo contexto y, por tanto, merece la pena conservar», aconsejaba Morera .»Y a la inversa», continúa, «deben tener la valentía suficiente para reconocer qué es lo que deben cambiar para hacer frente a la nueva situación, qué no está funcionando y de qué se tienen que deshacer. Esto implica encontrar nuevas soluciones y modelos que sean compatibles con sus capacidades».
El diplomático apuesta firmemente por un modelo que perdure en el tiempo y basado en dos sustentos o pilares fundamentales, la educación y el perfeccionamiento de su modelo económico, fijando un posible objetivo: «Canarias podría contar en una década con los maestros mejor preparados y motivados de España. La clave está en la calidad de los maestros. Esto tendría un impacto enorme en nuestros jóvenes y en nuestro desarrollo. En esa misma década tenemos que implantar la educación bilingüe en inglés. Se puede.»
Basa su objetivo en transformaciones que se habían producido en un espacio de tiempo similar al propuesto en otros lugares del mundo. «Hace apenas cinco décadas, Gran Bretaña se desprendió de Singapur. Este pequeño país que actualmente tiene 5 millones de habitantes era tan pobre y falto de recursos naturales que ninguna otra nación quiso hacerse cargo de él. Hoy día, en gran parte gracias a la apuesta que hizo por mejorar el nivel de su sistema educativo, Singapur tiene el noveno ingreso per cápita más alto del mundo. Hace cuatro décadas, Singapur tenía un alto nivel de analfabetismo y gran parte de sus estudiantes no terminaba la secundaria. Hoy en día, prácticamente todos los jóvenes entran en algún tipo de institución de educación superior o técnica. Ser una región pequeña, fragmentada, con poca población y con pocos recursos naturales no es un impedimento para poder desarrollarnos y alcanzar altos niveles de educación y bienestar. Singapur tiene solo 697 km2 frente a los 2.034 de Tenerife, y es extremadamente pobre en recursos naturales pero apostaron por la educación de sus jóvenes como el mejor instrumento contra la pobreza.»
Si queremos un turismo de calidad debemos tener unos profesionales de calidad. Si queremos clientes alemanes o británicos deberíamos, por qué no, tener universidades alemanes y británicas en Canarias. Singapur, apunta, tiene más de 70 universidades extranjeras. «De las crisis salen antes y más fuertes los países que han invertido en educación, ciencia e innovación, porque elevan las defensas del organismo de la sociedad.».¿Les suena? D. Moisés apuesta por 4 sectores como motor de este cambio: turismo, tecnología, economía verde y economía de la tercera edad.
Turismo
Su apuesta por la calidad es clara por dos motivos: el gasto medio de turista es demasiado bajo 85,9€ y el impacto ambiental demasiado alto. Apuesta por sostenibilidad y exclusividad duplicando el gasto por cliente, diversificando la oferta y elevando la calidad del servicio. Entiende también que el turismo no puede ni debe ser el monocultivo de Canarias y que esta debe encontrar nuevas alternativas económicas que complementen al turismo.
«Tras la crisis, alguno de los 1.850 establecimientos hoteleros canarios que se han visto forzados a cerrar podría ser la sede de alguna de las más importantes escuelas de turismo del planeta. Esto nos permitiría mejorar la formación, aumentar nuestra productividad, convertirnos en líderes en materia de formación turística de excelencia y ser el vivero de las miles y miles de empresas turísticas que existen en este mundo globalizado. De nuevo, la educación es la clave.»
Nuevas Tecnologías
Las islas deberían reconvertirse en un concepto Smart Island. Las islas inteligentes son espacios interconectados que aplican las TIC (tecnologías de información y comunicación) para la gestión y prestación de servicios. Significa contar con una mejor calidad en los servicios públicos, eficiencia administrativa, accesibilidad, transparencia y acceso a la información. Su objetivo es crear entornos económica, social y medioambientalmente sostenibles; el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos; la mayor eficacia de los recursos disponibles, y la participación ciudadana activa.
Para conseguirlo se aplican las TIC. Responden de manera integral a las necesidades de sus habitantes en términos de movilidad, urbanismo, gobierno, economía, energía, medio ambiente, seguridad, educación y salud. Los ejes transversales son la innovación y la tecnología.
Economía Verde
Las islas por su tamaño más reducido y finito deberían agarrarse a la sostenibilidad como tabla de salvación y crecimiento. El Sr. Morera va incluso más allá:
«Canarias podría colocarse a la vanguardia de la lucha mundial contra el cambio climático y convertirse en una región líder en la innovación, investigación y uso respecto a las energías renovables, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles y fomentando, con fuertes estímulos, las fuentes de energía renovables como la eólica y la solar.»
Economía de la Tercera Edad
Por último, y no por ello menos importante, encontrar un nicho de mercado que valore nuestro sol y buen clima todo el año y que tenga tiempo para disfrutarlo podría ser muy interesante en unas islas que disfrutan de sol todo el año.
El segmento de la tercera edad crecerá en los próximos años hasta llegar a superar los 1000 millones en el siguiente decenio. Por lo tanto, este podría ser un segmento objetivo para nuestro turismo. En este sentido potenciar nuestro tejido sanitario redundaría. De acuerdo con estimaciones de la ONU para el año 2050, la población residente en países desarrollados alcanzará aproximadamente los mil trescientos treinta millones, en tanto que en los países en desarrollo y menos desarrollados superará los ocho mil millones.
De acuerdo con los pronósticos mundiales, en el año 2025 el 10% de la población estará constituida por Adultos Mayores, y en el 2050 el 22%, es decir, de cada 4 personas 1 será adulto mayor. En la región de América Latina y el Caribe, en el año 2025 se aproximará a unos 100 millones de ancianos, y en el 2050 a 180 millones.
En 2050, la población con más de 60 años pudiera alcanzar un 32% en países desarrollados, siendo para Europa de un 34%, frente al 22% actual y superará los 400 millones. Según un informe dado a conocer por el Fondo de Población de la ONU, las personas con más de 60 años superarán los 1.000 millones de personas dentro de 10 años debido al ritmo de envejecimiento de los países emergentes.
Por tanto, si queremos captar a este interesante segmento nuestros deberes serían los de tener una asistencia médica de calidad, seguridad, oferta variada de servicios, facilidades tecnológicas de comunicación, y una vez más invertir en formación para ofrecer un servicio de alta calidad. El desafío está sobre la mesa, las oportunidades también, los modelos a observar y los testimonios deberían servir de aval. Ahora solo queda confiar en que lo propuesto en este texto sea digno al menos de ser leído.
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Artículo publicado originalmente en AtlánticoHoy